Cenando con la tentación,la belleza y la tranquilidad.

Se acaba el mundo una noche y la siguiente despierta en un edén… y vuelves a tu primer beso,a la tentación y al miedo,a la delicadeza,a la torpeza,al aprendizaje instantáneo,a la rigidez,a la imitación,al descubrimiento,te contagian todos los sentimientos,los tuyos y los de la otra persona que está probando tus besos por primera vez,besos que no reconoces ni tú misma,porque es todo tan nuevo y diferente para ti,que es como si volvieras a aprender a besar…quizás estés tú más cohibida incluso,por la responsabilidad,porque el sumo respeto no te deja dar rienda suelta a lo prohibido que tantas veces has manejado,todo lo de atrás es como si hubiera desaparecido,como si fuera todo nuevo…como si volvieras a ser virgen,inmaculada…a jugar con las manos,por ser lo más especial y apropiado en el momento. Y cuando crees que pocas sensaciones pueden sorprenderte ya,viene una totalmente nueva que no habías barajado en ningún momento,el revivir un primer beso con una chica,el sentir lo especial de una mujer,el qué nos hace diferentes…creo que es totalmente diferente,el saborear la inocencia y sentirte así,justo cuando te la quitaban una noche antes,el recobrar un poco de orgullo cuando parecía ya colgado en el precipicio…pero vuelven a echarme una mano,no sé si al cuello,pero una mano es…para salvarme o para rematarme…pero esto no depende de la tranquilidad en el edén,esto es mucho más profundo…pero me sirve para desconectar y para pensar quizás en los monos babuínos mientras estamos de mudanza por aquí dentro.