Vida después de las muertes.
El sepulturero que contraté este verano se dió de baja,argumentó que la tierra de mi cementerio era demasiado fértil,que allí las cosas no llegaban a morir para siempre,que resucitaban hasta los inertes en aquel lugar en el que el olvido era el efecto de la causa del sufrir.No puse ningún obstáculo a su marcha,comprendía la frustación profesional de mi último trabajador y por fin una dimisión hizo replantearme ciertos ideales fielmente pegados a las paredes de mi existencia.Comprendí de inmediato que encargando a otros la misión de mi olvido nunca iba a poder enterrar lo enterrable.Tras mandar una carta espiritual a todos aquellos que habían trabajado por y para mí,decidí tomar y coger las riendas del asunto en sí,que no era más que hacer un trabajo mental antes de pasar a lo material.Me costó pensarme,analizar y visualizar más allá del núcleo existente que no me permitía hincar pala en tierra,pero poco a poco con fuerza y potente poder destructivo ordené el escándalo,lo descompuse en tiras,lo fui viendo de cara y con lupa y lo destruí.Entonces apareció algo de debajo de la tierra,era una luz blanquecina,no era fruto de ningún espectro familiar,era una luz como metal incandescente,natural,brillante,peculiar.Tras una semana viéndola noche tras noche,aprovechándola para iluminar mi camino y mis propias sepultaciones que aún llevaba a cabo aunque ya de manera preventiva,se empezó a esconder bajo tierra,al lado de una tumba muy familiar,y entonces dejé cualquier otra ocupación en aquel cementerio y me dispuse a quitar la tierra que ella misma se estaba echando encima para no ser vista.Costó sudor y varias noches en vela para desenterrarla,pero el objetivo se cumplió,la tenía de nuevo acompañando mis días y mis noches,ella me ayudó a seguir enterrando lo enterrable y poco a poco esa luz conquistó todos mis terrenos fértiles y...quizás sea lo mejor que me ha iluminado en la vida.
1 Comments:
Una bombilla fundida a tiempo..
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