El maravilloso mundo de Zambombi

Tuesday, October 27, 2009

la opacidad de la manta



La manta pesa tanto como los párpados torturados por la conciencia.
La siesta del burro siempre a deshoras, recuerda a verano
Ocio sin tiempo, minutos sin hora, días perdidos en la más sincera libertad de la nada
Libertad encarcelada y oprimida. Malditos celos que lo llaman por una callejuela del Albayzin
Anhelos contra dependencia, todo tatuado en mi piel , a la que todo le pica últimamente sin mudar a ninguna parte.
Sufrir y vivir. Para adelante sin guión ni idea. Estancamiento de la persona. Ambigüedad en lo cotidiano . Ahora no se disfruta ni de la fortuna de la posesión de la cultura.
Ahora nada vale, sin ambición alguna más que la de vivir. Y aquel destino al cual llaman felicidad duda de rotar sobre mi propio eje, tampoco lo quiero, son tiempos de crisis, no quiero avanzar, ese es el problema, posesivo mío. Estancada en la jaula de mi libertad natal.
La manta ahora es lo mejor de esta mañana. El burro se ha ido con las orejas hacia abajo cansado de mis preocupaciones, como todo el mundo. Me quedo sola y qué bien si es lo que manda el guión. Y el clima se vuelve otoñal por minutos y yo con la mirada perdida y amorfa y en el más profundo pozo me sumerjo con mi manta y ahora veo el burro…y lo acaricio y.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Siempre es una "alegría" volver a escucharte.
JBeltrán

9:34 PM  

Post a Comment

<< Home