Aquel sueño real en "nuestra" Granada...

Bebimos mucho aquella noche...(¿demasiado?...quizás...)pero sólo el alcohol podía arrancarme la coraza de indecisión y cobardía que cubría mi cuerpo nada más verte aparecer. Tú y yo, de espaldas a la Alhambra ,sentadas en el muro del mítico mirador de San Nicolás del Albayzín granaíno, tan frecuentado por los bohemios enamorados conocedores de la inspiración divina de aquel lugar y por los bien informados turistas, que saben que no se pueden ir de Granada sin visitar el lugar más mágico de la ciudad, sin ver aquella imagen “patrimonio de la humanidad”, que es la Alhambra nocturna, en la que todas las noches se puede ver pasear a aquel rey moro, al que quitaron su tesoro allá por el 1492 y de la pena murió....Todo el mundo la miraba...es la Alhambra ...pero tú y yo no...quizás el alcohol...Tú, sentada con las piernas abiertas, me llamabas callada...y yo apoyada en ti, de pie, dándote la espalda, sólo pensaba cómo rozarte sin que resultara muy violento. La embriaguez nos mantenía cómodas en una situación “realmente” incómoda...Yo sólo sentía tus piernas abrazando a las mías...notaba cada palpitación inferior tuya en mi cóccix...El pulso se nos aceleraba y nada ni nadie podía hacer que mantuviéramos una conversación fluída y con sentido, por lo tanto nos dejamos llevar por miradas, suspiros, palpitaciones...más palpitaciones y palabras sueltas que a veces encontraban alguna que otra conjunción, artículo o preposición por la cuneta. Un roce más intenso por tu parte hizo que mi cuerpo girara por sí solo, sin ninguna orden de mi razón...Y ya estábamos cara a cara,ya poco podíamos hacer...no quedaban más roces y violentos suspiros en nuestro repertorio...Evitamos mirarnos al principio,ahora yo tenía la Alhambra de frente,pero tus ojos relucían más que ella aquella noche...no podía mirar otra cosa...Tus ojos,mis ojos,manteniendo la única conversación digna de recordar de la noche...pero se cansaron de hablar pronto...pues me encontré de repente con tus labios...y tras marcarte mis pulsaciones en el cuello,el corazón que parecía salirse por la boca,dirigió mis labios a los tuyos...y no vio Boabdil besos más bonitos y coherentes en toda la historia de Granada...