al lugar donde has sido feliz no debes...
Echo la vista atrás y me parece mentira que Titania pensara tanto como para no expresarlo con palabras, con lo que es Titania. Quizá ya supiera el final. Son cosas que pasan y mecanismos de defensa para no caer en desagradables sentimientos. Echo la vista atrás y puedo ver por una milimétrica rendija el poder de un solo roce y sentir en veloz bocanada el olor de su pelo. Echo la vista atrás y siento que no siento y caigo de podredumbre que me cerca. Y vuelo hasta estrellarme con el pasado colgando de mis sucias alas. Echo la vista atrás y la realidad y la ficción cayeron en coma y aún no han despertado. Quizá sea la causa de todos nuestros males. Echo la vista atrás y algo he de sonreír al ver superada mi fobia al teléfono. Echo la vista atrás y ni se me ocurre echarle afrodisíaco al risotto. Echo la vista atrás y veo como una foto me llevó a ella y sigue tan cargada de belleza y...de polvo. Echo la vista atrás y me veo aún sola en medio de aquel botellón después de confesar mi amor a la primera individua. Echo la vista atrás y la dulce brisa de aquella conversación entre océanos se ve clara, como aquellos ojos robados del cielo, pero difusa como aquellas fresas entre el chocolate. Echo la vista atrás y releo aquellas primeras frases: "qué gran mentira esta del amor". Echo la vista atrás y veo la huella sin erosionar que han marcado las noches Cienfuegos. Echo la vista atrás y aparecen fulgurantes figuras, frágiles intuiciones, sobrepeso exagerado, y todo para llamar la atención. Otro hecho que confirma mi más crudo período post-adolescente. Echo la vista atrás y sigo creando imaginación, pintando realidad y aún a día de hoy no sé si es verdad todo eso que creo hacer. Echo la vista atrás y diviso el desorden generalizado en cada saltito que me sabotea. Echo la vista atrás y siento nuevas verborreas llenas de orgullo y rencor contrarrestando unas optimistas gafas de ver el mundo. Echo la vista atrás y me pregunto si hay vida después de tanta muerte.