Presente: de ficciones de antaño y movimiento naïf

Tras el humus seco que dejan mis lentillas,revuelvo (o me revuelven) las entrañas de tu perfección.
No vi nada igual después del telón de sublimes y tiernas historias. No escuché, no observé, no saboreé nada parecido. No escribía tan simple y cursi desde ficciones de antaño, y todo, por la necesidad infantiloide de describir la perfecta combinación de fantasía, belleza y realidad descubierta. Y no pude deshacerme nunca de la impotencia de saber que los caballos de bastos y de espadas que se interpusieron hoy en mi juego "naïf" de cartas sobre la arena, siempre serían el obstáculo para una combinación id-ílica id-ealizada, como tantas otras, pero esta vez con (o sin)conocimiento de causa.

Como el que oye llover.


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