El maravilloso mundo de Zambombi

Monday, March 16, 2015

vÁrtigos


Después de haberte desnudado delante de toda la sala de espera, de habernos escondido en el servicio de un bar, y de decenas de cosas más que por ser sueños el paso del tiempo me hacen no recordar, puedo decir que las obsesiones siguen siendo parte de mí y que mi subconsciente les sigue dando una importancia digna de vÁrtigo (entiéndase vértigo). Al igual que puedo tirarme cinco meses escuchando una canción de Morente por el hecho de que siempre que la escucho me lleva a la cuesta del Chapiz camino del Sacromonte y me reconforta estar allí y pensar que  hay alguien que está cuidando de mí.

Parte de mí también es buscar la perfección, sabiendo que ni yo la albergo, ni la albergaré, ni quiero albergarla porque ella misma da vÁrtigo y porque qué es para mí y qué es para ti la perfección, pues un sin fín de valores distintos en el que no nos pondremos de acuerdo posiblemente nunca. El camino profesional, lleno de vÁrtigos hasta ahora, ha sido buscar la perfección técnica y a pesar de saber que es un lastre, la llevo colgando de mis sienes todavía. Y a la vida emocional también me gusta buscarle las cosquillas de perfectas coincidencias en valores con las personas de mi vida cotidiana. Valores...vÁrtigos. Y a falta de encontrar los valores comunes que me han unido a estos cuatro años pues me dan vÁrtigos y me monto una vida paralela en sueños en las que en una sala de espera desnudo los valores físicos y me invento los vitales de algo nuevo que ni siquiera sé si se parece en algo a la realidad.
En fín, de cuando la fantasía rellena lo real.  En esas estamos.

https://www.youtube.com/watch?v=MG74pY5PYHY


Friday, March 13, 2015

El esfuerzo



Hoy me he dado cuenta de que a menudo, en mi vida, he estado esforzándome. Me he esforzado en caer bien, en gustar, en que la gente me quiera como si no fueran a quererme sin ese "de más" que le he ido poniendo a mis relaciones humanas o como si estuviera en mí la elección. Ahora comprendo que nadie se puede vender al reflejo de lo que cree que otros necesitan de ella o quisieran de ella, porque no es la realidad. Te abandonas y dejas de lado tu esencia y a ti misma. Pasas a ser un producto de lo que crees que la gente necesita de ti, de lo que crees que a ellos les va a agradar o va con ellos. Suena crudo, pero ha sido así. Probablemente esa percepción errónea me ha machacado la propia estima más de la cuenta y me ha llevado a tener momentos de inseguridad y de vértigo. Ahora creo comprender que solo aceptando que eres lo que eres en la extensa gama de virtudes y defectos que te hacen ser único, podrás vivir un poquito más en paz. También he caído en la cuenta de que por este hecho, he culpado a gente muy cercana a mí. Haciéndolas en mi juicio responsables del malestar inconsciente que me ha ido produciendo el esfuerzo de ser otra cosa. Supongo que ahora no será fácil alejarse de ese camino lleno de matas y que requiere su tiempo asimilar, pero se ha abierto la veda.

                                          www.youtube.com/watch?v=nxfcn7pfBcc