Te follaría

He imaginado de muchas maneras la sensación de la piel de tu cuerpo estando encima de mí, cubriendo el mío mientras me tocas. Una piel morena, caliente, de un cuerpo grande, de un pecho voluptuoso, carnoso. Imagino cómo es la entrada a tu cuerpo, cómo mis dedos piden permiso para entrar, cómo repetir el gesto con cuidado para que te lo goces. Sólo quiero darte placer, darnos placer, aunque una emoción demasiado grande me invade el pecho y el rostro, de angustia, de desasosiego, por el rechazo que no permitirá que suceda.

Me sumerjo en tu olor, observo tus manos, mientras las rocío de caricias, mientras juego con ellas para verlas en diferentes posiciones, para percibir todos los detalles o destellos del brillo y el color de tu piel. Las sigo acariciando con mis labios dibujándoles formas abstractas con ellos. Creo que son unas manos hábiles, sensibles, perceptivas y expresivas, pero expresan desde un sosiego, desde una conexión con lo íntimo de un saberse dueña de algo relevante.

Tu olor, tus manos, una vez hicieron que no pudiera mirarte a la cara,a ese rostro de alguna civilización muy antigua mediterránea, bello por la dureza de sus rasgos, por lo abrupto de su mandíbula, por lo racial de sus puntas, de sus contornos, de las líneas de sus aperturas.

Te follaría hasta la extenuación, y te diría preciosa...muchas veces, en algunas ocasiones no podría callar, del éxtasis de tenerte por fin entre mis piernas, de abarcarte y tenerte, te diría cerca del oído cuánto te he deseado, cuánto me gustas, cuánto me pones, y eso cada vez me excitaría más y me sería muy difícil salir de esa locura y de ese trance. Y me encanta imaginar los jadeos al salir de ahí y descansar sintiendo muy fuerte mi respiración subiendo y bajando sobre tu cuerpo. No logro imaginar tu voz en esos momentos, tu tono, el fraseo musical en lo que me digas y eso me da más ganas de conocerlo, aunque también me asusta porque, ¿y si no es lo que espere en ese momento y si no me gusta? Y eso me pasa también al pensarnos,¿y si no...?

Habrá sido una bonita forma de escribir mi fantasía contigo y dejarlo ahí, en fantasía. 

Pero no quiero que se acabe ya, quiero seguir fantaseando con cómo me mirarás, qué expresiones irán transformando tus emociones en los momentos, la textura de tus labios, la apertura de tu boca al estremecerte, el sonido de tu voz cuando te estés acercando al clímax, tu aliento, cómo lo percibiré, cómo será, el olor de tu cuerpo y de tu sexo, cómo se transformarán nuestras químicas personales al entrelazarse, mezclarse, fundirse, sudarse, chuparse, meterse las lenguas dentro de las bocas, lamerse el cuello, morderse el hombro o la carne entre el pecho y la axila.

Cómo mi mano percibirá la piel de tu abdomen al dibujar el contorno de tu ombligo. Cómo te amasaré. Cómo te veré desde arriba, si tu belleza me impactará aún más desde arriba. Cómo se sentirán las temperaturas de nuestros cuerpos juntos, cómo entralazaremos los dedos mientras nos besamos con fuerza, cómo pasaré mis dedos por tus labios intentando tiznarme del color morado de tu boca, como rozaré mi nariz contra la tuya, que me flipa, desde la ternura más honda. Cómo probaremos nuevas ideas para no agotar el placer. Si tendremos también la capacidad de reírnos, de la picardía, del juego, de la guasa.

Si nos quedaremos dormidas abrazadas y en qué tipo de abrazo. Si contigo podré interrumpir mi sueño para adorar tus líneas,con otras no he podido, mi sueño, se adueña.

Entra el aire, sale con tristeza de lo que no será, pero una mueca se me dibuja sabiendo que pasará. 

La desesperación

Me falta el abrazo en el que hubiéramos podido rompernos y así, poder despedirnos en paz.