Confit, durante mucho tiempo a fuego muy bajo
Respírame dentro, respírame fuera,
y alivia el ardor del rojo clavel
que me está quemando la piel.
Grita en canal, abierta, vibrante,
envuelta en el almíbar
que deja a su paso mi boca.
Cattana, Lisístrata, trasnochadoras,
reponiendo de amor cada x horas,
cargando de más, siempre expuesta,
y a la aurora, rendida, se queda traspuesta.
De Nueva York tiene,
cuatro columnas de cieno.
El sueño batalla con una leve migraña,
pobre de él, no sirve su lucha.
Si al cerrar los ojos, vuelve a la carga,
la carga confitada y se adueña de todo, de nuevo, la musa.